Delfino tuvo un gran juego y Ricky mostró destellos de su calidad
Es una sensación rara la que queda tras España - Argentina. Por un lado una nueva derrota ante la bestia negra de la Generación Dorada (van 10) pero por el otro la percepción de que España no asusta y que el hambre de nuestros jugadores está intacto.
Es dificil establecer un parámetro de lo que sería un partido por el Mundial entre estos dos equipos ante tantas bajas y un arbitraje claramente favorable al local (el mismo que recibió Puerto Rico cuando visitó nuestro país). Argentina no tuvo a Nocioni, Oberto, Gonzalez y Cantero y jugó todo el segundo tiempo sin Prigioni (por ende sin un base natural) y España no contó con Rudy Fernandez y Marc Gasol (jugó apenas unos minutos), dos titulares indiscutidos en el esquema de Scariolo
Con este panorama España mostró un juego de conjunto mas sólido y Argentina dependió en exceso de lo que pudieran producir Scola y Delfino.
Fue un trámite muy parejo y, salvo en el arranque (parcial de España 9-2), el marcador mostró una absoluta paridad hasta los 5 finales, donde al equipo le faltó conducción (Delfino debió oficiar de armador, lo que además le quitó protagonismo en ofensiva) y Scola fue bien defendido, recibiendo una dura defensa de Garbajosa e inclusive dobles y triples marcas cuando recibía el balón. El resto no pudo aprovechar la atención que se llevaban las dos figuras y España se llevó merecidamente el juego con un parcial de 10 a 2 en el cierre del encuentro.
Argentina estuvo en inferioridad de condiciones pero mostró corazón y, de a ratos, buen juego. España se mostró avasalladora cuando pudo defender y correr y encontró soluciones con su segunda escuadra (Reyes, Llul, San Emeterio) y algunos destellos de su gran promesa Ricky Rubio
Buen partido para probar variantes y analizar las actuaciones de varios jugadores. Argentina fue un digno rival y tuvo chances de amargar al último campeón mundial en su casa.
ESTADÍSTICAS DEL PARTIDO:
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