Si hace apenas cuatro días atrás nos preguntabamos si el Magic podía evitar la barrida, hoy deberiamos cuestionarnos si los Celtics pueden ser capaces de detener el ímpetu de su rival y no caer derrotados en una serie que les fue inicialmente muy favorable.
Muchas veces se suele decir que que el basquet es un deporte muy lógico pero esta serie está acabando ese enunciado.
El caso de los Boston Celtics es llamativo. Vencieron con facilidad a los Hawks en primera ronda (4-1) y con mucha autoridad a los grandes candidatos Cavaliers (4-2) en semifinales de conferencia. Luego de triunfar en los 3 primeros partidos de la serie ante el Magic parecian tener todo bajo control. Jugaron muy mal el partido 4 pero tuvieron todo para ganarlo. Su defensa se desinfló y le permitió a Howard dominar los tableros. En ataque Rondo y Perkins estuvieron sin confianza y Pierce se olvidó de sus compañeros, lo que propició las declaraciones diplomáticas de Ray Allen:
"We have such great talent on this team, such great individual talent on both ends of the floor that each man feels like they can get the defensive stop. Each guy feels like they can make the shot to win the game for us.
"Sometimes that's been at our team's detriment."
(nba.com)
Increiblemente se desinflaron y lo dejaron escapar. Le dieron una vida mas al equipo de Orlando que, con mucha voluntad pero muy poco juego, se quedó con la victoria.
En el 5to. juego, el Magic les propinó una paliza y los ánimos cambiaron de lado.
Los Celtics tienen la chance de liquidar la serie en Boston mañana o jugarse una última carta en Orlando en el partido definitorio. ¿Se les habrá acabado la energía o solo será una de sus tantas lagunas mentales?
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